Si bien su historia se remonta en la década del 60, cuando la Asociación de Automovilistas de Rosario solicitó terrenos para su construcción, muchas fueron las historias, personajes y anécdotas que pasaron por este gran predio. Historias que hoy hacen que el Autódromo de Rosario sea un espacio público de desarrollo deportivo, sociocultural, tecnológico y comercial con proyección regional y nacional, cimentado sobre los principios / valores de confiabilidad, sustentabilidad, creatividad, consenso y trabajo en equipo.

Este Multiespacio se propone constituir y consolidar, no sólo el mejor autódromo a nivel deportivo del país, sino un lugar social legitimado e integrado a la cultura, al desarrollo de los sectores económicos y tecnológicos con anclaje sólido en la sociedad local y sus alrededores.