Lo afirmó Adrián Percaz, en espera del regreso de las competencias automovilísticas mientras transcurre el aislamiento social, preventivo y obligatorio en la República Argentina
Para Adrián Percaz, el año comenzaba con una motivación extra: el #TNenBahiaBlanca. Es que el piloto residente en Villalonga (Buenos Aires), viajaba apenas 300 kilómetros desde su ciudad natal para llegar a uno de los trazados que estima de manera especial, por tantos logros deportivos obtenidos en su campaña deportiva, toda ella en el plano nacional dentro de las divisionales de APAT.
Con la reinauguración del Autódromo Ezequiel Crisol, ese deseo de ser parte de la competencia tenía un valor agregado que pretendía ser coronado con un resultado destacado. Pero todo se desvaneció con la rotura del motor. “Arrancamos el año de una forma no muy buena. Estando de locales en Bahía Blanca queríamos arrancar con un mejor rendimiento, pero la rotura del motor nos impidió el buen resultado que buscábamos en un circuito que representa mucho en mi historia deportiva. Por eso fue que tomamos la carrera de La Pedrera con mayor desafío, con mucha expectativa, sobre todo por estar nuevamente en uno de los mejores circuitos del país”, explicó el protagonista.
En el contexto actual, mientras transitamos el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y con los respectivos cuidados y normativas de convivencia, el taller retomó sus funciones con una premisa deportiva: la competitividad deseada. “Si bien pudimos avanzar en la serie de La Pedrera respecto a la clasificación, sabemos muy bien que la Clase 3 es muy competitiva, y en ese sentido tenemos que seguir trabajando en nuestro equipo para estar acorde a ese nivel. La pandemia impuso una pausa muy grande, considero que este es un año prácticamente perdido, pero siempre debemos encontrar algunas cosas positivas dentro de este contexto, que obliga a cuidarnos. En nuestro caso, pudo mi padre tener más tiempo para poder trabajar sobre el auto, sobre todo desarrollando más el motor, estábamos retrasados en ese aspecto”, agregó.
El resultante de los trabajos en el motor entregó optimismo. “Hemos mejorado. Eso nos pone feliz. Sobre el chasis hemos realizado las revisiones correspondientes, pero no más que eso, dado que en el motor centramos muchos esfuerzos. Realmente estamos esperando con ansias la vuelta, queremos ser protagonistas definitivamente en la Clase 3 y mostrar en pista el avance que logramos en el taller”, cerró el protagonista.