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"Era una espina que nos queríamos sacar"

Martes 1 de Octubre, 2019
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Lo afirmó Alfonso Domenech, ganador del Gran Premio Lotería de Río Negro de Turismo Nacional Clase 3 con el Toyota Corolla del equipo Tito Bessone Toyota Team

En el 2016, el Reglamento Deportivo de Turismo Nacional no exigía al piloto ganar al menos una carrera para ser Campeón Argentino, lo cual cumplió al pie de la letra Alfonso Domenech para ganar el título con el Renault Clio del equipo Saturni Racing. El pergaminense era protagonista de un curioso hecho en el automovilismo: lograba ganar un campeonato antes que una carrera, cerrando su paso por la Clase 2 con esa cuestión pendiente.

El ascenso a la Clase 3 estuvo acompañado de interesantes parciales, con proyectos deportivos en el equipo MG-C Pergamino, Martos Competición y Tito Bessone Toyota Team. Lideró el certamen con el Ford Focus atendido en la localidad de Merlo (Buenos Aires), pero este año la exigencia deportiva era distinta a la de aquel 2016: para ser campeón, además de sumar la mayor cantidad de puntos, el reglamento exige al menos una victoria en pruebas finales.

El revés presupuestario lo puso a prueba, y la unión con el equipo bonaerense llegó a su fin, y una breve pausa en el Turismo Nacional sirvió para una nueva estrategia. Allí apareció Ernesto Bessone, titular deportivo del equipo Tito Bessone Toyota Team, y un Toyota Corolla era el nuevo vehículo para Alfonso Domenech, quien insinuó con destacados parciales en Termas de Río Hondo, aunque un problema en la transmisión le impidió largar la final.

El desquite llegó en Viedma. Disputando las principales posiciones, ejecutó una maniobra precisa para superar entre la horquilla y la recta principal a José Manuel Urcera, para comenzar a torcer el destino a su favor y cumplir con el propósito pendiente: el de la primera victoria en el Turismo Nacional. “Era una espina que nos queríamos sacar; nos quedó pendiente ganar una carrera en la Clase 2 más allá que ganamos el campeonato; sabíamos que íbamos a tener nuestra oportunidad, pero no llegaba, con el paso de las carreras, pero en Viedma tuve un auto que funcionó de manera excelente y pude así lograr lo que buscamos desde nuestro debut: ganar una carrera en el Turismo Nacional”, indicó Domenech, visiblemente emocionado por este logro deportivo.

La maniobra para superar al piloto del equipo Larrauri Racing fue el punto clave de su camino hacía el primer éxito en la categoría. “Pude llegar a la par del Honda Civic en la horquilla y luego la cuerda quedó de mi lado; traccionando bien con el auto pude emparejar la marcha y llegar a la primera curva en el primer lugar. Luego dediqué a cuidar el puesto, sabiendo que Manu (Urcera) también tenía un muy buen auto. Felizmente pude llegar al primer lugar, y así ganar mi primera carrera en el TN”, detalló el ganador del Gran Premio Lotería de Río Negro en Clase 3.

Aquella condición de líder del certamen, en la primera parte del año, hoy solo es un recuerdo en el desarrollo de un año deportivo intenso para Alfonso Domenech, pero también es un precedente que bien puede cobrar valor nuevamente en el futuro deportivo. Más allá de haber quedado retrasado en el campeonato, en gran parte por la ausencia en el transcurso del certamen, el octavo lugar en la tabla anual sugiere un buen resultado anual, el cual puede mejorar aún en la última parte del campeonato.