Lo aseguró Fabricio Pezzini, ganador del #TNenLaPedrera en Clase 3. Estrenando un Toyota Corolla construido por Pablo Arana para esta temporada, el puntano se convirtió en el primer lider del Campeonato Argentino 2019 - Copa Fiat 100 años
La disputa por la primera posición tenía en Leonel Pernia y Fabián Yannantuoni a los máximos protagonistas del fin de semana. El Volkswagen Vento lideraba la prueba decisiva, mientras que el Fiat Tipo intentaba quebrar esa condición de líder, sostenida en la última parte de la prueba con claras maniobras defensivas. A la salida de la última chicana apareció ese lugar para que los dos autos transiten a la par presagiando una definición al milímetro, pero lamentablemente los dos vehículos terminaron su carrera en el paredón, cuando la bandera a cuadros ya estaba elevada.
Así fue que Fabricio Pezzini, quien había largado en la séptima posición, cruzó la línea de sentencia como el vencedor de la primera fecha del Campeonato Argentino 2019 – Copa Fiat 100 años de Turismo Nacional disputada en el Circuito José Carlos Bassi (Villa Mercedes, San Luis). Junto con Emanuel Abdala, le dieron plena alegría al equipo Tito Bessone Toyota Team, ocupando las dos primeras posiciones de la prueba decisiva. “En los últimos tiempos, el automovilismo me ha dado muchas alegrías. El año pasado gané en Río Cuarto, mi ciudad natal, y el domingo pasado gané en San Luis, mi provincia, cerca de mi casa y rodeado de mis afectos. Realmente, todavía no asimilo lo que logramos el domingo pasado”, reconoció Fabricio Pezzini, hoy líder del certamen.
El puntano estrenaba un Toyota Corolla de reciente construcción, reemplazando el auto con el que ganó en Río Cuarto el año pasado. “Para nosotros el tercer puesto era un excelente resultado considerando que el auto que utilicé este fin de semana es nuevo. De repente me encontré con la situación en pista entre Leonel Pernia y Fabián Yannantuoni; lamento mucho lo ocurrido entre ellos, pero eso me abrió el camino a la victoria. Incluso, en esa situación uno de los autos vuelve a pista y tuve que esquivarlo para evitar el choque, fue un momento de tensión. Cuando dejé atrás a los dos autos veo la bandera a cuadros, lo cual me sorprendió aunque sabíamos que era posible que termine un giro antes por tiempos. No podía creer lo que estaba pasando”, reconoció quien acaso conserve este éxito como uno de los más destacados en su campaña deportiva.
“Ganar en La Pedrera es de lo más importante que me ha ocurrido en el automovilismo argentino. Quien me conoce íntimamente sabe que significó Carlos Bassi para nosotros, y para mí en lo personal. Carlos Bassi era amigo de mi padre, a quien yo perdí en 1995, y siempre fue como un padre para mí. Desde hace muchos años nos une una relación de amistad con la familia Bassi, y por eso por tener una copa con el nombre de José Carlos Bassi hoy no puedo pedirle más nada al automovilismo argentino”, aseguró el vencedor con notoria emoción, y con la sensación de victoria a flor de piel, inesperada atento al contexto de competencia apenas un giro antes del final.