El reconocido preparador de motores tuvo un accidente este mediodía en su taller, con una máquina de torno, lo que le provocó el deceso instantáneo. Sus restos seran velados desde esta tarde en la casa Santa Lucia, de Rafaela, para luego ser trasladado al cementerio local. Los integrantes de APAT y Turismo Nacional, hacemos llegar las condolencias a su familia y allegados, por este penoso momento.
El exitoso y reconocido preparador Víctor Boscarol falleció este mediodía en la ciudad de Rafaela, debido a las heridas de gravedad que le provocó un accidente en su taller, cuando estaba trabajando con un torno en el desarrollo de nuevos elementos de competición, actividad que profesaba a nivel nacional y zonal, desde hace varias décadas, con presencia afianzada en el Turismo Nacional, en donde actualmente brindaba su atención, junto a su hijo Fabián, a equipos y pilotos de ambas divisiones.
Boscarol había nacido en Ramona, una localidad del departamento Castellanos, ubicada a 50 kilómetros de Rafaela, el 2 de junio de 1941, y estaba casado con Catalina Biolatto. Sus inicios en la faz deportiva se remontan a mediados de la década del sesenta, cuando comenzó a desarrollar y preparar motores, destacándose en el Midget del Litoral, en donde festejó varios títulos, siendo uno de los motoristas más exitosos de su historia. También incursionó en la MA F1 (junto a Jorge Ternengo), y otras categorías de monopostos, nacional y regional.
A nivel nacional, fue "bicampeón" en el TN, con Adrián Hang, en Clase 2, y Oscar Canela, en Clase 3, cuando ambos se coronaron en 1999, con los VW Gol y Polo, respectivamente.
Sus restos son velados desde esta tarde en la casa Santa Lucia, sita en la calle Rivadavia 344, de Rafaela; mañana, a la hora 16, serán trasladados al cementerio local, luego de realizársele un oficio religioso en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe (Falucho y M. Quirós).
Los integrantes de la Comisión Directiva de APAT, junto a los pilotos y equipos de la categoría, expresan sus condolencias a la familia Boscarol y allegados, por este penoso momento.