Juan Pipkin venció en el Gran Premio Ardama - Concesionario Oficial Ford disputado el pasado domingo en el Autódromo Juan Manuel Fangio (Rosario). Obtuvo su séptima victoria en el Turismo Nacional Clase 3, ganando por primera vez luego de veinticuatro competencias
El pasado fin de semana, Juan Pipkin actualizó su tabla de victorias en el Turismo Nacional. El 18 de septiembre de 2016 (hoy se cumplen dos años), había vencido por última vez en la prueba final disputada en el Autódromo Parque de la Velocidad (San Jorge, Santa Fe). Un total de 24 competencias pasaron para que el piloto bahiense vuelva a quedarse con la copa más grande del fin de semana: la copa de la victoria, y la del Gran Premio Ardama – Concesionario Oficial Ford.
El segundo puesto obtenido en clasificación, sobre el final del segundo día de actividad, abría un panorama alentador para el piloto del equipo Arana Ingeniería Sport, ganador de la segunda serie disputada el domingo, en horas de la mañana. Transformándose su serie en la segunda de las tres más veloces, el segundo puesto en la grilla de partida lo anotaba como candidato a un lugar en el podio final. En el primer paso por la curva de 90º superó a Antonino García y comenzó a construir el camino hacia la bandera a cuadros final, sorteando distintas alternativas típicas de una carrera de Turismo Nacional, las cuales no lo afectaron en pos de su meta final.
“Desde la clasificación mostramos potencial, en la serie el auto funcionó muy bien pero equivocamos la puesta a punto que no fue mala, pero no fue optima. Para la final, mi ingeniero de pista realizó un cambio que mejoró mucho la tracción y pudimos quedarnos con la victoria junto con el equipo de Pablo Arana, a quien agradezco compartir esta alegría. También destaco el trabajo que realizó Esteban Pou, desde esta carrera encargado de los motores, quien en 20 días armó un motor para ir a correr y ganar. Todo funcionó muy bien, fundamentalmente el motor. El chasis había funcionado muy bien en la carrera de La Pampa pero no lo pudimos demostrar; para esta carrera se realizaron modificaciones en el eje trasero y esa modificación funcionó muy bien. Es increíble. Esto es un gran envión de ánimo. Debo agradecerle a Pablo Otero, es un padrino como para mí, y me está ayudando mucho para poder correr”, reconoció el bahiense, ganador por séptima vez.
Desde que tomó la punta de la prueba, el trabajo en equipo ganó especial protagonismo en el desarrollo de la prueba rosarina, ante un imponente marco de público. Administrando correctamente su medio mecánico, Juan Pipkin guió correctamente en la pista el Chevrolet Cruze que recibió motorización de Esteban Pou en esta ocasión para cruzar en primera posición la competencia. El festejo, fue el ideal: de frente a su equipo y al público que acompañó el desarrollo del intenso domingo en tierras rosarinas, parado sobre el techo del auto que segundos antes recibió la bendición de la bandera a cuadros.
“Desde la largada, luego de superarlo a Antonino, pudimos hacer una diferencia con el resto de los rivales; ahí me di cuenta que veníamos muy rápidos y que podíamos ganar la carrera. Mi ingeniero me pidió administrar el auto, por lo que empecé a girar en un minuto y veintitrés segundos a la vuelta, lo cual también ayudó y mucho para obtener el resultado. En un momento, Ivan Saturni se acercó mucho a mi auto y ahí decidimos acelerar un poco más, y en esa situación pude hacer seis décimas de diferencia, lo cual me tranquilizó. Traté de no cometer errores sabiendo que para Ivan, una superación quizás debería ser arriesgada porque yo cuidaba la cuerda y trataba no cometer errores”, completó el protagonista.