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Se realizó el Congreso de Automovilismo

Viernes 7 de Octubre, 2016
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Dos horas de anécdotas, vivencias y conceptos enriquecedores formaron el 1º Congreso Nacional de Automovilismo celebrado en horas de la noche de ayer en el Auditorio Carlos Ortiz, del Diario La Voz del Interior, cerrando una intensa jornada promocional que comenzó en horas del mediodía con la exhibición de autos en el Patio Olmos y la Conferencia de Prensa celebrada, también, en el auditorio.

El evento, cuyo moderador fue el periodista Miguel Angel Motta, contó con la presencia de Hugo A. Paoletti (Presidente de APAT), los pilotos Guillermo Ortelli y Ernesto Bessone; Juan María Traverso (Presidente de la Asociación Argentina de Volantes), Alberto Scarazzini (Director Deportivo del equipo Team Peugeot Total), Cristian Galasso y Alejandro Saparrat (Ingenieros) y la participación especial de Juan Carlos Rizutto, quien corriera en Turismo Nacional en la década del ´70.

 

Hugo Paoletti fue quien tomó la palabra inicial, comentando detalles de su gestión como Presidente de APAT y proyectando próximos objetivos. “Hoy estamos viviendo un gran momento en Turismo Nacional, con un buen parque promedio de autos por competencia. Tenemos cinco equipos oficiales, pero aspiramos en un futuro a que todas las terminales estén presentes en la categoría”.

 

El dialogo fue avanzando, y no tardaron en llegar la palabra de los experimentados pilotos del deporte motor. Ernesto Bessone sostuvo que “las épocas han cambiado. Con Traverso y Guillermo Maldonado, solo por citar algunos, teníamos nuestras diferencias pero cuando hablábamos de automovilismo defendíamos la misma idea, y los reglamentos deportivos hacían valer a los pilotos. Quedaban en la pista todas las situaciones y todo lo solucionábamos a nuestro estilo, sin facebook ni twitter de por medio. Ahora, los pilotos se mandan mensajes privados para arreglar las cosas”.

 

En la misma sintonía se mostró Juan María Traverso, reconociendo que “todo lo que sucedía en la pista, quedaba en la pista”, y dando paso a la disertación aerodinámica que brindaron Cristian Galasso y Alejandro Saparrat, recordó una vieja anécdota de Oreste Berta. “Una vez, Oreste nos dijo que si él lograba que el aire vaya por donde quiera, iba a ser el número uno del mundo. Y nos pasábamos todo el día probando el tamaño de los espejos para ver el consumo del combustible y el avance del aire. Una cosa que no entendía, pero que tenía su lógica”.

 

Referido al tema aerodinámico, Hugo Paoletti sostuvo que “el Turismo Nacional no está en contra de la tecnología pero queremos mantener la imagen del auto de TN respecto al auto de calle. Hoy, un auto de Turismo Nacional no va derecho ni en lo derecho, y para nosotros prevalece más el piloto”. Sumado al dialogo Fabián Boscarol, recordó que “estoy continuando el camino de mi padre, que ha comenzado hace más de 30 años en la provisión de motores para autos de carrera. En mi caso, siento que el Turismo Nacional le brinda a ingenieros recientemente formados la posibilidad de desempeñarse libremente, y crecer. Por eso, entre otras cosas, amo esta categoría”.

 

Cerrando el evento, llegaron las palabras de Juan Carlos Rizutto. El negro, ídolo de la década del 60 y 70, no dejó de lado el humor cordobés para exponerse y generar los aplausos más resonantes a lo largo de las dos horas. “Yo veo tanta tecnología, y me siento un dinosaurio. No sé ni usar el celular, y veo que hay autos que no pueden largar por problemas en la hidráulica, o algún otra cuestión tecnológica. Sinceramente, me da mucha bronca”, indicó al respecto quien dejó varios mensajes claros.

 

“Yo fui vicepresidente de APAT en la época de Paco Mayorga. Lo veo a Hugo Paoletti hoy y le digo que yo quiero mucho al Turismo Nacional y a APAT, porque me ha dado todo en el automovilismo. También le ha dado mucho a los mecánicos y talleristas, porque gracias al Turismo Nacional han aprendido y conocido el automovilismo”, sostuvo quien se llevó el cariño de la gente como premio, aquel que varias veces ha obtenido tras el volante y que ayer se transformaron en recuerdos y vivencias de una experiencia inolvidable que duró poco más de dos horas.