De regreso en el taller de Yerba Buena, el equipo Mohamed Competición se encuentra reponiéndose del viaje y de lo que fueron las actividades por la carrera en Oberá, en donde se logró completar la difícil final de la Clase 2 de Turismo Nacional, con el Volkswagen Gol, que será chequeado para la siguiente etapa del año, que se disputará en Río Cuarto, por la penúltima fecha, el 18 de noviembre.
"Estamos descansando un poco después de un duro trajín. Juan Martos, el chasista, se encuentra en Buenos Aires, pero volverá la semana que viene. Tenemos bastante trabajo que hacer en el taller y todavía no revisamos al auto con el que corrí en Oberá", dijo Lucas Mohamed, en un alto de sus actividades en el taller de Yerba Buena, localidad aledaña a San Miguel de Tucumán, en donde es además la base de operaciones de su equipo Mohamed Competición.
Planeando ya las tareas que realizará durante este breve período de receso, en cuanto a reparación y preparación del Volkswagen Gol que utiliza en la Clase 2 de Turismo Nacional, el piloto tucumano adelantó: "vamos a trabajar en los amortiguadores. El plan es hacer una serie de ensayos. También haremos algunos trabajos en la chapa, en el paragolpes delantero y trabajamos en la refrigeración del motor, ya que se está acercando el verano y sufre mucho por la alta temperatura".
En relación a qué harán con la máquina que corrió Maximiliano Bestani, Mohamed comentó: "está confirmado que vamos a vender mi auto. Voy a seguir utilizándolo hasta que eso suceda, y luego correré en el que usaba Bestani". Para ello ya se abocó en continuar con diferentes desarrollos en la planta impulsora, su padre Carlos Alberto, quien pretende recuperar la potencia necesaria para las siguientes carreras.
Haciendo un punto aparte al tema de los coches de carreras, el yerbabuenense anunció un importante hecho en sus labores comerciales: "durante los próximos días, está previsto que inaugure un lubricentro al lado de mi taller".